De la orden franciscana de Santa Clara. Fechado en 1540, cierra uno de los lados de la Plaza Duquesa de Parcent. Los terrenos donde se asienta este cenobio, al parecer, en época musulmana albergaron la cárcel pública durante un largo periodo, la cual conectaba a través de un subterráneo con el Castillo. Esta prisión se alternaba con la otra de la Mina donde se hallaban reclusos como esclavos los cautivos cristianos.
En el Repartimiento de la ciudad por los castellanos conquistadores, dicho lugar le correspondió al matrimonio formado por Luis Oropesa y Catalina Treviño que, ante la imposibilidad de tener descendencia, destinaron estas propiedades a la fundación de un instituto religioso, un cenobio de Clarisas, con el título de Santa Isabel de los Ángeles, referido a la que fuera infanta de Aragón y reina de Portugal, de la que eran muy devotos estos patronos.
A la muerte de su esposo, doña Catalina Treviño ingresó en el Monasterio, falleciendo en él con una generalizada opinión de santidad.
Se accede al Convento a través de una portada de cantería adintelada, con el escudo de la Orden en el centro. En interior tiene un claustro porticado de carácter renacentista, a través del cual se organiza todo el recinto conventual. La mayoría de sus obras de arte fueron destruidas durante la guerra civil, aunque aún se conservan una serie de lienzos y esculturas barrocas de los siglos XVII y XVIII de gran valor histórico-artístico.
La iglesia es de una sola nave de cajón con presbiterio elevado, que primitivamente se cubría con armadura mudéjar, de la que queda un resto en el coro alto. En la actualidad está cubierto con bóveda de medio cañón con lunetos y arcos fajones.