Fuente pública para los habitantes del barrio de Padre Jesús. Se trata de una fuente llena de tipismo e historia, pues de ella han bebido generaciones de rondeños, y en sus pilas se observa el desgaste producido por los cántaros cuando eran llenados por las vecinas que los transportaban después hasta sus casas encima de sus cabezas, al estilo morisco, con el “rohete” (especie de almohadilla que se colocaba encima de la cabeza y servía para posar y sujetar la base del recipiente), y otros dos cántaros más pequeños, cada uno debajo del brazo. Mujeres fuertes y recias eran las rondeñas de entonces.
Fue construida en tiempos de Carlos III y en el frontón se encuentra unos de los escudos más antiguos que se conservan de nuestra ciudad.
En la parte frontal están instalados los ocho caños y en la parte trasera un abrevadero corrido, donde bebían las caballerías.